La Discoteca El Jardín cierra sus puertas tras más de 60 años de actividad y se une a la lista de las ya desaparecidas La Real, El Rocamar, TIK, Parque del Piles y Oasis.
La histórica discoteca situada en el barrio de la 'Pipa' en Gijón nace en 1898, aunque no es hasta 1949 cuando comienza a desarrollar su actividad. El barín, -como se hacía llamar-, era visitado principalmente por gente de la zona de Estaño, La Ñora y Gijón.
Corría el año 56.
La gente empezaba a tomar por costumbre ir a pasar la tarde y merendar. De 7 mesas con las que cuentan al principio terminan con 700. Oliéndose el pastel, los propietarios, la familia García-Rendueles, deciden hacer una pista de baile y ambientar con música la terraza. Un éxito que pasa por convertirlos en competencia directa de su homólogo Somió Park, otro establecimiento donde bailaron y alternaron varias generaciones de gijoneses.
En algún momento antes de los años sesenta se hacen con el primer tocadiscos, al parecer, una gran innovación de la casa Phillips que traen directamente desde Canarias. El triunfo conduce a la familia propietaria a construir una nueva pista de baile donde se sitúa hoy la discoteca.
La histórica discoteca situada en el barrio de la 'Pipa' en Gijón nace en 1898, aunque no es hasta 1949 cuando comienza a desarrollar su actividad. El barín, -como se hacía llamar-, era visitado principalmente por gente de la zona de Estaño, La Ñora y Gijón.
Corría el año 56.
La gente empezaba a tomar por costumbre ir a pasar la tarde y merendar. De 7 mesas con las que cuentan al principio terminan con 700. Oliéndose el pastel, los propietarios, la familia García-Rendueles, deciden hacer una pista de baile y ambientar con música la terraza. Un éxito que pasa por convertirlos en competencia directa de su homólogo Somió Park, otro establecimiento donde bailaron y alternaron varias generaciones de gijoneses.
En algún momento antes de los años sesenta se hacen con el primer tocadiscos, al parecer, una gran innovación de la casa Phillips que traen directamente desde Canarias. El triunfo conduce a la familia propietaria a construir una nueva pista de baile donde se sitúa hoy la discoteca.
Como atracción, la famosa gogotera.
Tenía forma de jaula y parecía como si la hubieran colgado del legendario roble que tienen en su haber, sus ramas se movían cuando alguien la utilizaba y 'causaba en los presentes una gran impresión'. Sin psicotrópicos, sin agentes de diseño. Para la inauguración contratan a 'una gogo francesa de color' tal como explican en su web.
A partir de 1963 empiezan a traer actuaciones de verano. Los hermanos Fernando y Corsino, empresarios y gerentes del negocio, se desplazan a Madrid y Barcelona para contratar artistas para la Sala: Víctor Manuel, Demis Roussos, Los Mustang...
Pero es sabido que en Asturias, cuando quiere llover, llueve; muchas veces sin venir a cuento, como por capricho. Por eso deciden construir una sala grande y cerrada que pudiese albergar las actuaciones y garantizar su realización en caso de lluvia. Nace la zona principal o «main room». En junio de l970 "Contrahecha" y su cuadro flamenco actúan en su inauguración.
El Jardín-2 abre con un ambiente más relajado en 1980.
Dos años después, con el cambio en la decoración y la incorporación de nuevos equipos y técnicas de iluminación y sonido, convierten al complejo en una macrodiscoteca. Tanto es así que el establecimiento se convierte en el primero del norte de España en instalar un sistema de antena parabólica. Podían sintonizar vía satélite todas las cadenas musicales y de fútbol y utilizar a su antojo su también nuevo vídeo-proyector.
Un símbolo de exclusividad, no cabe duda.
Todo cambia como ves. Lo que hace años era música para verbenas multitudinarias al aire libre con orquestas en directo se convierte a mediados de los 90 en un formato con robots de iluminación automatizados y música electrónica como protagonista.
Hasta hoy.
Donde una puerta se cierra, otra se abre.
Una compilación de imágenes muestra su evolución: